Diego Urdiales en el centro de la amistad y de la torería antigua
Palabras clave:
Literatura, TauromaquiaResumen
En la historia de la literatura española existen grandes obras de origen taurino, sobre todo en el terreno de la novela. Algunas de ellas han alcanzado enorme valor estilístico y social. Aun así, no se han situado en el lugar de honor que les correspondería. Pensemos, por ejemplo, en la excelente novela de Manuel Chaves Nogales, Juan Belmonte, matador de toros: su vida y sus hazañas (1935), o en la muy sugerente, La fábula de Domingo Ortega
de Antonio Díaz-Cañabate (1950). Son sólo dos títulos elegidos, entre otros muchos, de un género que gozó en tiempos pasados del favor del público y del interés de los escritores al plantearse el hecho artístico. En la actualidad dada la evolución de la literatura y de la propia tauromaquia, se entiende que es una temática que está quedando relegada en el gusto de los lectores y en el de los creadores. Posiblemente por ser un área, la de los toros, que suscita la polémica política, por no decir ideológica, y que necesita, por lo tanto, de un valor añadido, en audacia, por parte del creador que pretenda en profundidad mostrar a la sociedad los caminos trazados por un asunto tan hispánico como el representado por el arte de los toros. Los amigos de Ánjel María
Fernández (2020) supone una notable y novedosa aportación novelística. La historia se centra en la figura del matador de toros riojano Diego Urdiales.