Dos aspectos poco conocidos de la presencia española en Cantón a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX
Palabras clave:
Cantón, presencia española en CantónResumen
En 1805 la bandera española ondeaba a orillas del río de la Perla. La Real Compañía de Filipinas inauguraba su factoría comercial cantonesa en 1788. Contigua a las de otros países occidentales se encontraba en el pequeño recinto que el restrictivo “sistema de Cantón” les asignaba. La bandera española aparece en numerosas manifestaciones artísticas de manufactura china (porcelanas, abanicos y pinturas) y occidental (óleos). Esta variada producción artística dedicada al tema de las “Trece Factorías” constituye un curioso exponente del mestizaje estético resultante de la globalización de la Edad Moderna, en la que tan importante papel desempeñaron las monarquías ibéricas y, en particular, la hispánica. Ese mismo año llegaba a Cantón el médico militar español Francisco Javier de Balmis y Berenguer acompañado de algunos de los integrantes de la Real Expedición Filantrópica de la Viruela. Su intención era llevar la vacuna antivariólica al imperio Qing. No tuvo el éxito que había cosechado previamente en la América española y Filipinas. No deja por ello de ser el primer caso conocido de globalización “inmunológica” y representa también una variante peculiar de la presencia española en Cantón a comienzos de la Edad Contemporánea.