El revisionismo histórico en contra de "La Tauromaquia" de Goya
Resumen
Una corriente contemporánea intenta presentarnos a Francisco de Goya, al menos en su famosa colección de grabados La Tauromaquia, como ferviente antitaurino, estampas dedicadas tan sólo a narrar la barbarie de una fiesta que no les agrada. Sin embargo si se estudian sus propios testimonios, los de sus más íntimos, como Martín Zapater o Francisco Bayeu, y los de personas que fueron entonces sus amigos o conocidos, se nota un gusto y hasta una pasión notables por el espectáculo taurino. Si a ello se suma, además, sus restantes obras pictóricas y se analiza de dónde surgieron las imágenes para emprender la serie de aguafuertes de La Tauromaquia, se descubre a un Goya completamente aficionado al festejo, que acudió con frecuencia a las plazas de toros y que
incluso pudo tener amistad con alguno de los grandes toreros del momento como el rondeño Pedro Romero.